Vivimos en un momento en el que parece que sólo cuenta mostrarse, decir, producir. ¿Qué lugar queda para el gesto opuesto? ¿Qué sucede con la capacidad —cada vez más rara— de ser tocado por lo que el otro dice, por lo que el mundo muestra, por lo que no esperábamos? Esta reflexión abre una pregunta: ¿y si la verdadera profundidad no estuviera en lo que expresamos, sino en cómo nos dejamos interpelar?
Vaya buena gente habéis metido hoy en Columnas!
Gracias por la mención a Superfluor 🖤
Vivimos en un momento en el que parece que sólo cuenta mostrarse, decir, producir. ¿Qué lugar queda para el gesto opuesto? ¿Qué sucede con la capacidad —cada vez más rara— de ser tocado por lo que el otro dice, por lo que el mundo muestra, por lo que no esperábamos? Esta reflexión abre una pregunta: ¿y si la verdadera profundidad no estuviera en lo que expresamos, sino en cómo nos dejamos interpelar?
https://chusrecio.substack.com/p/el-arte-de-ser-interpelado?r=38gkv5